Se restablece el servicio de agua potable en Piriápolis. Amanecimos este domingo con agua potable en las canillas y seguramente idéntica situación se estará registrando en las localidades de Pan de Azúcar y Solís Grande.
Como lo había anunciando Miguel Corbo, director de UGD OSE Maldonado, en las últimas horas de la tarde del sábado se culminó con la reparación de la línea aductora que abastece de agua potable a toda la zona oeste de Maldonado que comprende los municipios de Pan de Azúcar, Piriápolis y Solís Grande.
Una vez reparado el caño maestro, se comenzaba el llenado de tuberías, proceso que se tiene que hacer muy lentamente para evitar roturas en las filiales que llevan el agua a los hogares de las distintas localidades.
La espera fue mas larga de lo previsto inicialmente, con todo los inconvenientes que ello implica, que no son menores, pero bueno, era cuestión de paciencia y felizmente todo indica, aparentemente, que durante el llenado de tuberías no hubo roturas y el suministro de agua potable se viene normalizando en la zona.
OSE había informado previamente que en las partes altas el agua tardaría mas tiempo en llegar y en todo los casos se pueden registrar episodios de turbiedad, situación que con el paso del agua y de los minutos, se va corrigiendo.
Solución definitiva
Corbo, director de UGD OSE Maldonado, adelantó que tras este percance, donde un temporal de lluvia con récord de acumulados de agua en breves periodos de tiempo, ocasionó la crecida de la cañada, que arrastró y destrozó literariamente el caño principal, al fin se consiguió el visto de bueno del presidente de OSE, Milton Machado, para dar solución definitiva al problema, haciendo la fijación del caño vía subterránea.
OSE publicaba ayer, sobre la hora 19:00 el siguiente comunicado:
No es la primera vez que esto pasa, son varias las veces que se ha roto el caño y toda la zona con el segundo balneario mas importante del país incluido, ha quedado por muchas horas, días, sin agua.
Una situación lamentable que padecemos los vecinos de todo el año, pero también aquel que viene a descansar un fin de semana y se encuentra alojado en un hotel, en un camping, o en una casa de alquiler y no puede salir porque no tiene agua para darse una ducha. Nos da vergüenza ajena.
Ojalá poner punto final a esto también sea cuestión de tiempo como lo fue esperar el retorno del agua a nuestras casas.
