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viernes, octubre 18, 2024
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Granja Las Rosas y Antonio V. Bonilla

A fines del siglo pasado y en los albores del pueblerino Pan de Azúcar, en lo que era entonces sus aledaños, cuajó y dio sus frutos lo que en la mente de los hermanos Bonilla, creaba y recreaba, ayudados por su férrea voluntad.

granja las rosas y antonio v. bonilla

Hoy nos referimos a uno de ellos, que se constituyó en el principal de la Granja Las Rosas.

Pero ¿Quien fue nuestro personaje? ¿De dónde provenía?

En la Iglesia de San Carlos Borromeo, con fecha 21 de Enero de 1841, figura la siguiente acta matrimonial:

FRANCISCO BONILLA, natural de Santa Catalina (1) hijo legítimo del finado don Jose y doña Francisca Fernandez, de éste vecindario, c.m. con Doña MARIA DOLORES ECLA PEREZ, natural de esta parroquia. L. de matrim 2 fs. 140 vuelta.

De este matrimonio descienden:

  1. Justo Francisco Germán n. el 28/05/1842
  2. Angel María David n. el 02/08/1845
  3. Antonio Virgilio Viviano n. el 02/12/1847
  4. Juan Pedro n. el 31/01/1850
  5. Carlos Lorenzo n. 30/11/1853 (y fallecido con 10 meses de edad)
  6. Manuel

Es por lo tanto, el tercer hijo de este matrimonio BONILLA-PEREZ de quien nos ocuparemos en este ensayo.

El primer hijo, Francisco, figura entre los fundadores de Pan de Azúcar y pensamos dedicarle otro ensayo posteriormente.

ANTONIO VIRGILIO VIVIANO, desposa a ROSA PEREZ, quien lo sobreviviría hasta años más tarde.

De este matrimonio nacen:

  1. Emiliano c.m.c. María Sierra, de la ciudad de Minas
  2. Antonio c.m.c. Elvira Sanchez
  3. César c.m.c Regina Bonilla
  4. Conrado c.m.c. Marta Ayala
  5. Nicasio
  6. Rosa c.m.c Antolín Plada
  7. Conrado Segundo c.m.c Petrona Suarez (más conocido por Alejandro)
  8. Adela
  9. Carlos Silvestre c.m.c. Luisa Peinado nat. de Andalucía

La Casa y Su Entorno

En ese Pan de Azúcar rural, en la colina que tiene asiento actualmente el Cementerio, hizo construir una sólida casa de piedra, aún existente, de forma rectangular, de unos 20 por 40 metros, con un gran patio central de piso de piedra laja, donde convivía un aljibe generoso, una fragante glicina, que florecía a fines de invierno, junto al parral que proporcionaba jugosos y deliciosos frutos.

Se penetraba en ese patio por el amplio portón de hierro, que daba al oeste, con frente al camino que hoy conduce a la necrópolis.

Tenía otra entrada que miraba al norte, que daba a la bodega.

El resto de la casa estaba ocupada por las habitaciones familiares, en el angulo sudoeste, el piano dejaba oír las notas que las hijas mujeres, ejecutaban.

Rodeaba la casona, los viñedos, variedad de árboles frutales, entre los que se contaban olivos, nogales y castaños. Completaban las sementeras, verduras varias.

Hay gente de buena memoria, que lo evoca como un hombre alto, morocho, de tez sebácea, que cubría cuidada barba, vestido elegantemente con un traje de «piel de pool«, con unos prismáticos colgados a su cuello, descendiendo con paso firme, la colina en que asentaba su casona, para venir al pueblo. O jinete en caballo bien cuidado y enjaezado, para hacer recorridas más distantes.

El antiguo caserón, hay actualmente adosado un edificio moderno funcionando el conjunto de la Escuela Técnica Ing. Julio O. Rubio, recordando a un hacendado de la zona, benefactor, hace ya tiempo fallecido.

Un aviso comercial de la época, discurre con el siguiente texto:

«Los frutos de esta Graja, así como sus vinos, son reputados como los mejores en el país. Su propietario ha establecido en la Avenida Rondeau 78 y 80 un depósito para la venta al detalle de sus productos«

OTRAS ACTIVIDADES

En la reseña de minas descubiertas en el departamento de Maldonado del que fuera autor Ruperto Fernandez en 1882, figura de La uruguaya, denunciada en Noviembre del 80, por Francisco Bonilla Hnos. en campos de la Suc. Sosa que estaba trabajada.

Manifestaba «esta situada del naciente del pueblo Pan de Azúcar y a tres y media del Río de la Plata, tomando dirección al punto llamado puerto del Inglés«. Luego da la orientación respecto del Cerro del Betete, sierra de las Animas y el Pan de Azúcar.

Más adelante dice «Como he enviado a la Asociación Industrial un cajón de muestras de los minerales de La Uruguaya, con destino a la Exposición Continental, cuyas muestras pedí a los Sres. Bonilla hermanos, descubridores de esa mina (cobre) me relevo de proporcionar otros datos desde que podrá apreciarse la importancia de la referida mina por las muestras remitidas. Hay en ella viviendas rústicas, galpones y abiertos diversos pozos del que se extrae materiales«

«Las muestras obtuvieron medalla de cobre en la Exposición Continental»

Junto con su hermano mayor Francisco y otro menor, Juan Pedro, formaron una sociedad comercial y de explotación ganadera en India Muerta.

El comercio estaba ubicado en la esq. de las actuales calles Francisco Bonilla y Artigas. Esta sociedad se liquidaría al fallecer Juan Pedro.

En Abril de 1891 integraría la Soc. Progreso del Departamento de Maldonado junto con Manuel Gorlero, Doroteo Marquez, Jacinto Alvariza, Armando Rodriguez, Norberto Acosta y Julián Miranda (Díaz de Guerra, Dic. Biográfico pag. 312 Ed 1974)

CARGOS EN LA COMUNIDAD

En Marzo de 1894, integra como presidente de la Comisión E. ADministrativa, como vice Don Manuel B. Miranda y vocales Francisco Figueredo, José Joaquín Goicoechea, Jose Antonio Pereira y como secretario Polidoro Estades. Se publica facsimil de firmas.

Téngase en cuenta que para tales designaciones recaían en personas que «por sus ideas progresistas, son prenda segura de que trabajarán con decisión y patriotismo por el adelanto moral y material del pueblo y su producción». Tomado del acta de la primera comisión.

Su hija Adela era maestra, tenía la buena y pedagógica costumbre de llevar a sus alumnos de clases superiores y en época que estaban preparando la clausura de cursos, a la Granja, lo que significaba para ellos una grata experiencia.

Encontraban en aquel predio florecido o ya fructificado, haciendo las delicias de sus paladares, al saborear las frutas recién arrancadas.

También por 1914, se fabricaba ahí mismo el sarnífugo «Rey de Oro», un producto a base de cal y azufre, aprobado por la Dirección de Ganadería. Se decía que no quemaba, no manchaba la lana ni perjudicaba al animal.

La empresa giraba con el nombre de Bonilla Hnos. y Cía. pero el que comercializaba el producto, sobre todo en la zona sud este del país, era su hijo Alejandro.

Tenían un depósito en Montevideo en la calle Río Negro 1675.

Su espíritu empresarial lo lleva a tener solares en el Cerrito de la victoria y sobre el Camino Maldonado a la altura del Km. 16.

Concibió y creó el Balneario Playa Verde, próximo a Piriápolis, verde por los cuatro costados, escenario donde transcurre el romance de Alvaro Figueredo «El potro de la verde señal».

Allí en otra casa de piedra, actualmente restaurada y desde su sillón de enfermo, con un corazón galopante, dirigía la quinta circundante, soñaba y realizaba la planta de árboles ¡, en medio del sonido del mar y el aire salitroso, que no impedía que los árboles crecieran.

Con Lussich, se comunicaban en forma versificada. Seguramente con Piria se cambiarían ideas para combatir la peronósfera de sus viñedos.

Falleció habiendo cumplido el proverbio árabe. Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, el libro diario de su actividad, que como Burnett con quien tenía semejanzas, llevaba puntual y detalladamente.

Antonio Bonilla

Dr. Mario R. Figueredo Silva
Publicado inicialmente en Revista Letras Nº 6 – 1996-1997
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