Breve reseña sobre la Presencia Indígena en Maldonado

Breve reseña sobre la Presencia Indígena en Maldonado

La primera cultura indígena que llego a esta zona es la denominada “Paleoindios”. Estos son los primeros habitantes del país. Su llegada a nuestro territorio oscila entre los 15.000 y 12.000 años.

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Su tecnología era similar a la de los pueblos humanos de aquella época. Su tallado de piedra era muy rudimentario. Vemos su presencia en el territorio de Maldonado en el Cerro de los Burros. En dicho lugar se a encontrado un taller lítico (donde se fabricaban los utensilios de piedra que utilizaban). El yacimiento del Cerro de los Burros es uno de los tres yacimientos más antiguos del país. Su antigüedad oscila entre los 12.000 y 13.500 años. La cultura de los paleoindios desapareció probablemente hace 8000 años. Esto se debe al gran cambio climático que de dio en aquella época. Pasamos de la Hera de Hielo a un clima subtropical. La Mega Fauna que vivía en aquella época desaparece y los seres humanos para sobrevivir tienen que cambiar su forma de vida.

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El taller lítico del Cerro de los Burros siguió siendo utilizado por los posteriores grupos humanos. La utilización de dicho espacio llego casi hasta la época hispánica.

El Gliptodonte un mamifero que habito nuestro territorio hace 8500 años.

Hace 5000 años empiezan las grandes oleadas migratorias de los pampidos a nuestro territorio. Nuestro territorio es ocupado por completo por este grupo racial y cultural. Desde el Uruguay los pampidos se expanden hacía el Brasil llegando hasta Santa Catalina. El primer pueblo conocido de los pampas que llego a nuestro territorio son los charrúas.

Probablemente las Pinturas Rupestres que se encuentran en el Cerro de Pan de Azúcar hallan sido echas por alguno de los grupos pampidos que habitaron la zona. El Pan de Azúcar presenta pictografías en algunas grutas y en una Roca a cielo abierto. Las características de estos diseños son geométricas y abstractas al igual que en el resto del país. Esto nos dice que es el mismo arte y cultura que a lo largo del país y los siglos hicieron dichos dibujos.

A partir del 1200 D.C. empezaron a adentrarse en nuestro territorio los tupí-guaranís. Los tupíes venían por la costa del Brasil a nuestro territorio. Sus incursiones llegaron hasta el Arroyo Garzón. A diferencia de los ava y los mbya (parcialidades de la Nación Guaraní), que se estaban introduciendo en nuestro territorio por el río Uruguay y el Paraná, los tupíes nunca fundaron asentamientos estables. Nuestro territorio era para suministro de recursos.

En 1502 llega el primer barco europeo a nuestras costas. Esta era una expedición de exploración costera encabezada por Américo Vespucio. Este cartógrafo no dejo referencias sobre Maldonado.

En 1516 llega la expedición de Juan Díaz de Solís. El famoso expedicionario bautizo a lo que hoy conocemos como Punta del Este con el nombre de “Cabo Santa María”. También nombro a la isla Gorriti, “Las Palmas” (debido a la cantidad de palmeras que había en ella). Desgraciadamente no dejo referencia alguna de los pobladores de la región.

En 1530 cuando el Conquistador Sebastian Gaboto arribo a nuestras costas dejo en el Cabo Santa María al Teniente Alguacil de la nave capitana. Su nombre era Francisco Maldonado y a partir de ese momento se le empezó a denominar “Maldonado” a la zona.

Desde el 12 de octubre de 1531 al 1º de enero de 1532 recorrió las costas platenses la expedición portuguesa de los hermanos de Sousa. En especial Pero Lopes de Sousa estuvo mucho tiempo en la costa de Maldonado e hizo una de las mejores descripciones de los indígenas de nuestro territorio. Desde que pasa la Laguna Dos Patos (Río Grande do Sul) dice ver desde sus barcos señales de humo echas por los indígenas. Probablemente los indígenas notaron la presencia de los lusitanos y le pasaban aviso a sus hermanos de tierras lejanas. Al llegar a la Bahía de Maldonado dice que estuvo con un indígena que hablaba guaraní (entre los expedicionarios habían lenguaraces del tupinambá, que es el dialecto guaraní del Brasil) y al responderle su intérprete en el mismo idioma, el indio no supo contestarle diciendo que era “beguo-chanáa”. Aquí nos informa de la parcialidad indígena que vivía en la zona y que si bien sabían hablar algo de guaraní su lengua era diferente. Lopes de Sousa describe a estos indígenas de la siguiente manera “La gente de esta tierra son hombres muy musculosos y grandes, de rostro son muy feos (criterio racista del cronista), llevan el cabello largo, algunos se agujerean las narices y en los agujeros traen metidos pedazos de cobre muy relucientes, todos andan cubiertos con cueros.” Por sus características físicas esta gente es perteneciente a los pampidos y no a los amazonidos. A su paso por el Arroyo Solís Grande se refiere a él como “Río de los Beguaes” debido a la cantidad de personas de esta etnia que vivían en sus riberas. Cuando se encuentra con ellos, los beguaes lo reciben con llantos y cánticos lúgubres. Probablemente hallan practicado un ritual denominado “salutación lacrimosa”. Dicho ritual se basa en el lamento que sienten por los que vinieron de tan lejos a visitarlos ya que los visitantes debieron pasar muchas dificultades para verlos. Por eso también les ofrecen comida. Dicho ritual se practicaba principalmente en el Brasil hasta que los indígenas vieron las intenciones de los portugueses. Los chaná-begua probablemente lo hallan adoptado de los tupíes. Sousa dice haber encontrado un cementerio indígena cerca de la desembocadura del Solís Grande. Lopes de Sousa también dice que navegaban en piraguas (canoas) de hasta 12 personas. Debemos pensar también que los hermanos de Sousa no sometieron a ningún pueblo y se dedicaron al comercio con los indígenas que encontraron en su recorrido por el Plata.

Chaná-timbú-begua

Relata Don Carlos Seijo, que cuando el barco del capitán Riquelme en viaje de Asunción para España se perdió en la Bahía de Maldonado, en 1548, temían “al peligro y riesgo de venir todos a poder de los indios de aquellas tierras, que son los charrúas crueles y bárbaros”. Esta es la primera referencia de los charrúas propiamente dichos habitando en Maldonado.

Pedro Sarmiento cuenta, que un buque inglés en 1581, naufragó entre la Isla de Lobos y tierra firme. Pero al bajar la gente “los indios los truxeron consigo, salvandose el capitán, el piloto y otro que huyeron en canoa río arriba”. No dice que indígenas fueron los que atacaron a los ingleses pero vemos un cabio en el actuar de los pueblos de esta tierra. Ya no recibe a los europeos con la “salutación lacrimosa” sino que los matan.

Rui Díaz de Guzman en 1612 dice: “Este de Maldonado es buen puerto y tiene a tierra firme una laguna de mucha pesquería; corren toda esta los indios charrúas de aquella costa, que es gente muy dispuesta y crecida, la cual no se sustenta de otra cosa sino de caza y pescado”. Vuelven a aparecer los charrúas pero ya alejados un poco de la costa y en esta ocasión no son belicosos.

A lo largo de todo el siglo XVII los piratas franceses, holandeses e ingleses llegaron a las costas de Rocha y Maldonado buscando corambear y faenar. La enorme cantidad de ganado y sin ningún control por parte de la corona española despertó la codicia de los piratas. Estos traficantes también aprovechaban para comerciar con los indígenas, en especial con los minuanes, y así conseguir recursos de tierra adentro. Debido a que los piratas les regalaban muchos objetos a los minuanes y los trataban bien en varias oportunidades estos defendieron a los piratas frente a los españoles y portugueses.

En 1737 el Brigadier José da Silva Paes se dirige al General Gomes Freire de Andrade diciéndole sobre su arribo al puerto de Maldonado. Le informa que al segundo día de estar en la zona se le acercaron “dos peones castellanos” (españoles), enviados por los caciques de los “munuanos”, para decirle que deseaban comerciar con ellos y mantener relaciones amistosas. Silva Paes junto con su esclavo Martino siguieron a los peones hasta donde estaban los minuanes, “media legua hacia el interior”. “Después de visitar todo minuciosamente les mandamos dar algún aguardiente y tabaco para tenerlos contentos”. Se mantuvieron relaciones pacificas entre los minuanes y los conquistadores. Como vemos también los minuanes vivieron cerca de la costa de Maldonado. Para el siglo XVIII los últimos chanaes que quedaban en nuestro territorio estaban en el actual Departamento de Soriano. La mayoría se habían cristianizado y vivían en Reducciones.

Relación entre los minuanes y los españoles

En 1755 el Gobernador de Montevideo José Joaquín de Viana mando levantar una población en el Portezuelo. Dicha población era muy precaria y con poca defensa. Debido al riesgo de incursiones portuguesas y de los “indios infieles” se traslado la población. En 1757 se funda San Fernando del Maldonado en su actual emplazamiento. La población original de la ciudad se componía de indios tapes (guaraníes misioneros) fundamentalmente. Los únicos españoles eran los soldados (era una plaza fuerte) y los curas. Bastante posterior a su fundación empezaron a llegar los colonos gallegos y canarios.

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El Cerro Minuano debe su nombre a que allí vivía una toldería de los minuanes. El Cerro del Vicheo es porque allí subían los charrúas a ejercer sus practicas ceremoniales. La Sierra de las Ánimas es conocida por sus yacimientos arqueológicos y sus círculos de piedra. Esto es porque era un centro ceremonial muy importante para los charrúas

El “Indio Marcos” fue un tape que se convirtió en estanciero (cosa no muy común entre los indígenas cristianizados) y los parajes de sus dominios pasaron a incorporar la referencia de su nombre.

Los últimos charrúas puros estaban gauchizados

Félix de Azara recorre nuestro territorio entre 1781 y 1801. En su estadía en San Fernando del Maldonado derribe un hecho muy curioso. Los charrúas (que vivían en las sierras y montes alejados de los españoles) se acercan a las inmediaciones de la ciudad y llaman a los indígenas que allí vivían. Todos los indígenas juntos, infieles y cristianos, hacen sátiras teatrales de los españoles e incluso de ellos mismos. Después de la diversión y de beber caña un rato cada uno vuelve a sus dominios.

El ultimo indígena puro que vivió en Maldonado del cual se tiene noticia es el conocido “Indio Miguel”. Era hijo de padre y madre charrúas. Su nombre era Manuel Penayo pero en el Brasil se lo cambio a Miguel Gonzáles. Nació en el Arerunguá (territorio que Artigas le dio a los charrúas) y peleo en la Revolución Federalista del Brasil de 1893 y allí probablemente conoció a Aparicio Saravia del cual se volvió su seguidor. A su vuelta al Uruguay vivió en Cerro Largo y apoyo a Saravia en la Revolución de 1897 y en la de 1904. Después de la Batalla de Masoller Miguel se vino al Pande Azúcar donde vivió hasta sus últimos días. Murió el 13 de noviembre de 1967 y se cree que fue el último hablante de la lengua charrúa en Uruguay.

 

El Indio Miguel – foto tomada el 19 de Marzo de 1966

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FUENTES:

MARUCA SOSA, Rodolfo. 1957. La Nación Charrúa. Editorial Letras, Montevideo

BARRIOS PINTOS, Aníbal. 1991. Los Aborígenes del Uruguay: del Hombre Primitivo a los Últimos Charrúas. Librería Linardi y Risso, Montevideo

PI HUGARTE, Renzo. 1993. Los Indios del Uruguay. Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo

VIDART, Daniel. 1999. El Uruguay Visto por los Viajeros I: Paranaguazú, el Río como Mar. Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo

Resumen realizado por Nación Charrúa

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